Cuídala
No sé muy bien cómo empezar esto, pero cuídala.
Sí, te lo
digo a ti, el que va por la calle con lo mejor de mi vida. Cuídala como si
fuera tu propia vida. Y si la quieres de verdad, dalo todo por ella, todo, así
te falte el aire.
Joder tío, te envidio.
Sí, lo sé, está mal envidiar, pero
por ella cometería los 7 pecados capitales.
¡Qué cojones!
¡Ella es el 8º pecado
capital!
Pero mírala joder, pecarías con ella toda la puta vida.
Haz que se enamore de ti cada día, sea el día que sea, y
verás como reluce esa sonrisa tan magnífica que tiene. No esperes a días
concretos para tener detalles con ella, de esos pequeños e insignificantes para
muchos, pero a ella le encantan. Llévale flores, invítala a cenar, id de viaje,
cómprale chocolate... Échale imaginación. Y ganas, muchas ganas. Grita al mundo
entero que la quieres.
Oye, cuídala.
Pero sé constante, cada día. No me sirve que
hoy lo des todo y mañana no hagas ni caso. Haz que cada día surja una pequeña ilusión,
un pequeño truco de magia, algo más que añadir al libro de vuestra historia.
Quisiera cambiarme por ti tan solo un día.
Un día para sentir
sus abrazos, esos preciosos ojos clavándose en los míos, sentir sus manos y ver
esa sonrisa con su colmillito afilado. Decirle todo lo que siento y así
comprendería que no me iré de su vida, pase lo que pase.
Pero tú, cuídala y
ámala por mí.
Sí, por mi.
Porque incluso el amor que ambos pudiéramos darle,
sería poco para lo que es ella, que es demasiado para cualquiera.
Te juro que ella es todo amor, cariño y ternura. Cuídala
porque se lo merece, ya ha sufrido demasiado. Ámala tal y como es, con sus
inseguridades y falsos defectos.
Sí, falsos, porque para ti sus defectos serán
sus mayores virtudes.
Quiérela por encima de cualquier enfado, discusión o
tontería.
Tendrás en ella a una amiga en la que siempre confiar. De verdad, tú
que despiertas cada día a su lado, tienes la mayor de todas las suertes. Podría
llegar a odiarte, pero no, no porque entiendo perfectamente lo que sientes por
ella.
Simplemente sigue este único y último consejo que te daré...
Cuídala.
Ámala.
Quiérela.
Porque será lo más grande que
tengas en la vida.
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